El danzar de las sombras abre paso hacía el velo que da forma a mi rostro…
¿Hasta cuándo seguirá esto igual?

Crece mi lucha interna, mis sombras se convierten en mis amigos, pero sigo hablando en silencio…
Una flor, un pétalo una espina, en ellas siento mi fragilidad, allí es donde estoy, a ellos pertenezco.

Es mi mapa trazado en mi alma, mostrándome el reflejo de mi ser, demostrándome que está bien tener el alma de diferentes colores, desde lo más oscuro como mi sombra, mi parte siniestra, hasta el blanco como símbolo de un renacer, una transformación de mi ser.

Mi coexistencia depende de mí yo, mi ego y mi persona, en donde prevalece el yo como mi parte consciente, aquel que debido a las innumerables colisiones que he tenido a lo largo de la vida me han convertido en lo que soy.
¿Y quién soy? Un reflejo de mis experiencias, un ser lleno de fallas, de grietas que ha aprendido a resanar aquellas fisuras. Un alma que ha tratado de levantarse del caos, de la oscuridad, del negro para llegar a tener un poco de color.

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Este es  mi mapa, aquí encontraras, cinco colores que van relacionados a las fases que he experimentado en el duelo. Cinco personalidades, cinco máscaras, cinco almas, que te muestran que está bien llorar y mostrar tu fragilidad al igual que tu oscuridad.
Te invito a que veas a través de mi velo y que te sientas libre de conectar con tu fragilidad, de llorar, de reír, de gritar, de extrañar, de abrazar, de odiar, de reprochar. Quítate la máscara y no temas mostrar tus grietas, tus errores tus demonios.
Esa es tu verdadera esencia.

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